13 de febrero de 2018

"El Doctor De Martino me incentivó a coleccionar objetos indígenas", contó Aldo Migliorisi del Museo 5 de Octubre de Darregueira


Aldo Migliorisi tiene 73 años. En el 2006, decidió abrir un museo que sea capaz de reconstruir la historia de su pueblo.





“Parece que el museo no es muy atractivo”, dice con cierta tristeza al hablar de la respuesta de la gente ante su gran pasión desde hace más de 50 años de coleccionar distintos elementos antiguos.

Si alguien que no conoce el museo le preguntara a Aldo de que se trata, él tiene una definición muy clara: “Es una recopilación de cosas de nuestro pasado”, asegura.

Si bien para él todos sus objetos son importantes, al momento de elegir destaca uno en particular.

“En el museo está el primer aparato de radiología del hospital de Darregueira que no es tan viejo, es de la década del 50 más o menos, pero es una máquina que hoy es una ‘chatarra’. Tal es así que estaba en un patio abandonado. Y después la colección de elípticas que he juntado. Le doy un valor importantísimo porque todo eso viene de antes de la fundación del pueblo”, cuenta con orgullo.

A sus 9 años, Aldo comenzó a recolectar distintos elementos que deseaba coleccionar. Tiempo más tarde, comenzó a atenderse con el doctor Horacio De Martino, quien lo incentivó y entusiasmó a sumar a sus colecciones objetos relacionados a los indígenas que habitaban el territorio como puntas de flecha y determinadas piedras.

“Él me dio las indicaciones de cómo había que hacer para encontrar objetos, buscar los asentamientos y me contó dónde se encontraban, entonces ahí empecé. De los 12 años hasta pasados los 30 estuve juntando. Después dejé de hacerlo para dedicarme a juntar otros. Ya de chiquito tenía inclinación hacia eso”


A partir de ese momento comenzó a reunir todo tipo de artículos del hogar que formaran parte del pasado. Actualmente, cuenta con lámparas, monedas, radios, relojes, ventiladores, planchas, despertadores, faroles, hiladoras de lana e incluso instrumentos musicales, entre otros tantos objetos. Además, posee una colección de fotos antiguas, en las que están retratados todos los primitivos comercios del pueblo.

Sus distintas colecciones fueron acumuladas en su casa, hasta que decidió compartirlas con la comunidad.

"La idea del museo surgió dos años antes de que se festejaran los 100 años del pueblo. Empecé a trabajar y tenía una casa vieja, de las primitivas del pueblo, donde tenía un comercio que decidí cerrar. Ser acercaron a intentar alquilarla, pero la elegí como el lugar para organizar mis cosas", relata Aldo.



El museo se llama "5 de octubre 1906 - 2006", en alusión al día que fue inaugurado, que coincide con el centenario de Darregueira. 

"Ni siquiera se anunció la creación del museo, fui y lo abrí. Tuvimos una hermosa sorpresa por la cantidad de gente que lo visitó en ese momento. Los tres días del centenario más de mil personas se acercaron. Lo bueno es que en el libro de visitas han dejado notificaciones de agradecimiento por lo que hice y por la dedicación que he tenido para guardar elementos que son patrimonios del pueblo", cuenta con alegría y probables ganas de revivir ese momento.

Sueño a futuro

En octubre se cumplen 12 años del museo que recolecta gran parte de la historia de Darregueira, y Aldo se muestra preocupado por quién se ocupará de mantener sus colecciones.

"La verdad es que no sé cómo va a seguir. Por ahí lo sigue alguno de mis hijos. Y si no buscaré una institución que me guste a mí y que lo quiera encarar en caso que no lo haga ningún familiar. Ahora como no tengo ningún tipo de sustento porque en el museo no cobro entrada, tenía ganas de empezar con una compra-venta para poder acomodarlo porque lo tengo bastante abandonado en el sentido edilicio", manifiesta.

Pero su principal deseo es poder abrir una pulpería en el museo. El único aspecto que se lo impide, tiene que ver con su situación económica y la falta de una ayuda extra.



"Tengo casi todos los materiales pero no tengo recursos ni aportes, ya soy un jubilado de la mínima.
Desde el Municipio se acercaron, declararon al museo de interés municipal y gracias. Ya vamos a cumplir 12 años de museo, espero que llueva algo. La nota por ahí se publica y le da interés a la gente, o se despierta el Municipio, porque por la cultura no aportan nada. Me dan $545. Cuando vinieron a declararme de interés municipal me preguntaron qué es lo que necesitaba. Tenía un sereno en esa época, y le dije que necesitaba para pagar el sereno y la luz. Y me dieron esa plata, es imposible", asegura.

Sobre el final, dejó una frase para todas aquellas personas que desean iniciar a recolectar distintos objetos vinculados a sus orígenes.

"Coleccionar algo es muy importante. La persona que no reconoce sus raíces no tiene futuro. Les diría que se dediquen, que es muy lindo", concluyó.

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