14 de febrero de 2018

"Siempre Darregueira va a ser un referente de mi vida” dijo el buzo profesional Bruno Barchiesi



Bruno Barchiesi trabaja en el año como buzo profesional, y durante más de tres meses como instructor de buceo en Italia, pero sobre todos las cosas es darregueirense.



Comenzó como guardavidas de la Cruz Roja Argentina en el año 2002, y conoció el buceo deportivo a través de un amigo. Hizo su primer curso en la Escuela de Buceo “Cetáceos” de Bahía Blanca, y una vez terminado se mudó a Buenos Aires, donde vivió nueve años. Sumado a eso, hace 13 años se desempeña como buzo profesional.



“En el buceo profesional uno hace cualquier trabajo que haya que hacer abajo del agua, es como un obrero pero abajo del agua. Los trabajos que más o menos hacemos nosotros siempre son en plataformas de petróleo, en centrales termoeléctricas, hidroeléctricas, nucleares, puertos y con barcos grandes o cruceros. Hacemos distintas intervenciones o tareas de limpieza”, contó.

En cuanto a los trabajos que prefiere realizar, se inclina por aquellas actividades que realiza como buzo profesional.

“Uno de los trabajos más lindos que hice fue el reflotamiento de un barco en Dársena Norte, en Buenos Aires. Me gustó mucho, quizás porque fue uno de los primeros. Después en la central nuclear me gusta mi trabajo porque son de limpieza, porque ahí uno puede ver distintas cosas. En un primer momento cuando arrancamos los equipos que teníamos no eran muy buenos. Entonces ahora que ya nos organizamos un poco y pudimos exigir equipos con mayor seguridad nos podemos abocar no tanto a cuidarnos a nosotros mismo sino a que el trabajo salga bien, esté bien hecho, e ir escalando más a nivel profesional. Eso también lo disfruto”, manifestó.




Riesgos

“Ya el hecho de meter la cabeza abajo del agua es peligroso. Cuando vamos a una pileta necesitamos un guardavidas que nos cuide, imaginate un buzo que se mete abajo del agua y tiene que trabajar entre cables, fierros, estructuras que pueden colapsar o problemas propios del equipo. En general todos los trabajos son peligrosos. Pero porque estamos en un medio en el que no nos desarrollamos. Es lo mismo que un obrero que está construyendo un edificio y se tiene que colgar de la fachada. Ni los buzos tienen branquias ni los obreros tienen alas”, explicó Bruno.

Actualmente, los buzos profesionales no tienen un sindicato que los ampare y responda ante sus problemáticas y dificultades.

"Tenemos la Asociación de Buzos Profesionales (ABT) que trabaja con lo que puede porque no tenemos personería jurídica. La tiene el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), que no tiene nada que ver con los buzos. A través de la ABT estamos tratando de resolver la parte previsional, de seguridad, sueldos y otras cuestiones. Estamos por lograr convenios colectivos de trabajo pero no tenemos sindicato concreto", expresó en cuanto a la situación que enfrenta junto a sus compañeros.




Objetivos profesionales

Si bien aseguró que suele cumplir sus objetivos profesionales dentro del tiempo esperado, tiene una meta pendiente.

"Quiero poder hacer lo cursos que dictan en otros países como en Escocia, donde están las escuelas más importantes de buceo comercial que te habilitan a trabajar en todo el mundo. Estoy abocado a eso pero me detiene la cuestión económica. En Italia ya hice el curso de buceo comercial o sea que puedo trabajar en toda Europa porque como forman parte de la Unión Europea están estandarizados los títulos educativos. Voy por ese camino tratando de poder trabajar en cualquier lado. Es un objetivo personal, no para tener otro rédito. Es más que nada a nivel profesional para saber y conocer los estándares y procedimientos más altos que existen que son esos y después poder aplicarlo a mi trabajo", manifestó.




Darregueira

Luego de vivir un año en Bahía y en Buenos Aires, Bruno comenzó a viajar y trabajar en distintos lugares.

“Los primeros años es como que los sufrís. Pero depende cuáles sean tus objetivos. Por ahí todo lo que sufrís te hace crecer. Es encontrarte solo en una ciudad donde no hablan tu idioma, o relacionarte con gente diferente a vos. Para mí es algo cotidiano cambiar todo el tiempo. Pero lo más importante es que cuando voy por cualquier lado voy ‘evangelizando’ mi pueblo. Por ahí me preguntan dónde queda Darregueira y yo les cuento. Es como que, por más que viajes y andes, creo que el lugar donde terminaste la secundaria es tu lugar en el mundo. Siempre Darregueira va a ser un referente de mi vida”, aseguró.

"Extraño hasta aburrirme en el pueblo, no tener nada que hacer. Por ahí lo que uno extraña es las posibilidades. Cuando estaba afuera y alguien estaba en un asado tenía ganas de estar en Darregueira. Y por ahí si estaba no iba al asado. Nosotros como buzos profesionales también vemos eso cuando trabajamos en un barco que en un mes no toca puerto, estás en el medio del mar todo el tiempo. Hay otros barcos que tocan puerto cada tres o cuatro días y cambia totalmente porque el barco está en puerto y vos podés bajar a la tierra. Capaz no lo hacés, pero sabés que tenés la posibilidad de hacerlo", argumentó.

¿Qué lugar ocupa Darregueira en tu vida?, fue la pregunta. “El número uno, siempre. Es más, cuando alguien me pregunta de dónde soy me paro, me pongo la mano en el pecho y digo Darregueira. Por ahí se ríen porque me dicen que no lo conoce nadie entonces exacerbo el tema de ser de Darregueira”, respondió Bruno entre risas.



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